¿Quiénes somos?

Ante todo somos gente que ha sido salva por Jesucristo, por la fe puesta en El y lo que hizo en la cruz del calvario. Estamos convencidos que hemos sido hechos nuevas criaturas por el obrar de Jesucristo en nosotros y que ahora somos sus hijos no solo por creación, sino por la redención efectuada en nosotros. Hemos sido declarados inocentes por el juicio hecho en el calvario, al caer la justicia de Dios sobre Jesús y tomar nuestro lugar. Sobre nosotros debía caer la ira de Dios a causa de nuestros pecados, pero Jesucristo tomó nuestro lugar y ya no hay juicio ni condenación, solo la esperanza de vida eterna con Jesucristo es lo que esperamos.

 

Somos gente que ha sido separada por Dios del pecado y de todas sus manifestaciones;  consagrados para su servicio. De esta manera nuestro vivir es conforme a las escrituras y guiados por su Santo Espíritu. Una vida que es llevada en el temor de Dios. No significa esto pánico a Dios, ni que El está con un látigo listo para castigarnos, sino que hay reverencia en nosotros por lo que El es; el Eterno, el Dios justo y verdadero que nos ha amado de tal manera que Dio su vida por nosotros en su manifestación en carne, para alcanzarnos y sacarnos de la condenación.

 

Somos gente que está esperando que el Señor Jesucristo nos levante en algún momento para estar con El para siempre. Que El nos arrebate para llevarnos y guardarnos de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, es la esperanza y el aliciente para vivir una vida en santidad, ya que el que tiene está esperanza se purifica así mismo.

 

Somos un pueblo que tiene absoluta confianza en Dios. No hemos llegado a la perfección, sino que estamos en el camino de la perfección. Podemos decir confiadamente que: “en descanso y en reposo somos salvos; que en quietud y en confianza en Cristo, está nuestra fortaleza”. Isaías 30:15,

 

Somos “linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciemos las virtudes de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable.1 Pedro. 2:9

 

Somos gente que nos reunimos a alabar y adorar a Dios, porque solo El es digno de suprema alabanza. Porque El es Dios sobre todas las cosas y por su inmensa misericordia para con nosotros.

 

En segundo lugar, en base y como resultado de todo lo anterior, predicamos esas verdades a las naciones; queremos que todos se enteren que hay un Salvador que es Cristo Jesús. Deseamos que las experiencias que hemos tenido con El, las conozcan los demás; no para aglutinar gente únicamente, sino para que también sean testigos verdaderos de las misericordias de Dios. Para que experimenten la misma salvación que hay en nosotros y tengan la misma esperanza en Cristo Jesús Señor nuestro. No somos un movimiento más, Somos la Iglesia del Señor; columna y baluarte de la verdad 1 Timoteo 3:15.

 

 

 

 

Como pueblo de Dios que somos, y a la vez su cuerpo; creemos que la palabra de Dios es la revelación máxima de parte de Dios para nuestras vidas. Ella es lámpara a nuestros pies y lumbrera a nuestro camino. Estamos convencidos que ella es la voluntad y los propósitos de Dios revelados a los hombres por medio de la escritura. Somos practicantes de la Santa Biblia y ella es la inspiración de nuestra vida.

 

La Iglesia Pentecostal Unida del Nombre de Jesús predicará, anunciará y enseñará que Jesucristo es el verdadero Dios y la vida eterna. La enseñanza apostólica y la revelación dada a los profetas en el Antiguo Pacto en cuanto a que El Señor nuestro Dios es único y que no hay otro, marcará la diferencia ante las demás denominaciones. El estandarte de nuestra enseñanza ha sido y será: “Oye Israel, El Señor nuestro Dios, el Señor es único” Dt. 6:4. 

 

En tercer lugar somos una obra misionera producto del trabajo y esfuerzo de los santos en Colombia a través de la “Iglesia Pentecostal Unida de Colombia”. Como iglesia del Señor hemos llegado a muchas naciones en el mundo con este mensaje divino y desde cada punto en donde nos encontremos, nuestra mirada estará puesta en las naciones porque la visión del Señor Jesucristo es la nuestra, hemos hecho caso al... “Alzad vuestros ojos porque los campos están blancos para la siega.” Jn 4:35.

 

 

 

 

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